Add parallel Print Page Options

La conducta cristiana

Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y a las autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos para toda buena obra, que no hablen mal de nadie, que no sean contenciosos sino amables demostrando toda consideración por todos los hombres.

Porque en otro tiempo nosotros también éramos insensatos, desobedientes, extraviados. Estábamos esclavizados por diversas pasiones y placeres, viviendo en malicia y en envidia. Éramos aborrecibles, odiándonos unos a otros.

Read full chapter